La oscuridad siempre ha asustado a la humanidad, pero comprender este miedo requiere un análisis serio de nuestro pasado evolutivo. Una de las principales explicaciones de nuestro miedo a la oscuridad es el miedo a ser devorados por depredadores. Teniendo en cuenta que el 60% de los ataques de leones en Tanzania entre 1988 y 2009 se produjeron en una ventana de 4 horas de 6 a 9:45 pm, no es de extrañar que esto haya sido codificado en nuestro ADN. Después de generaciones, aquellos que tenían miedo de la oscuridad sobrevivieron a los ataques de los leones en muchas situaciones.

Los niños de 4 a 6 años tienen más miedo a la oscuridad y esto solo disminuye a los 9 años. A medida que el ADN codificado con los niños comienza a tener retroalimentación ambiental de que no hay leones en la oscuridad moderna, el miedo retrocede. Aún así, hasta el 5% de los adultos siguen temerosos de la oscuridad, lo que puede tener consecuencias drásticas para su capacidad para dormir. En general, el miedo a la oscuridad es otro rasgo evolutivo que puede haber salvado nuestras vidas en algún momento, pero que ya no es siempre relevante.

Fuente original: ¿Por qué le tememos a la oscuridad?